
"Las aguas superficiales absorben actualmente aproximadamente una cuarta parte del CO2 emitido por las actividades humanas", señalan la declaración. Al ser incorporado por el agua y no quedarse en la atmósfera, este CO2 no contribuye al calentamiento terrestre. Sin embargo, logra disuelverse en el agua forma ácido carbónico, que resulta corrosivo para numerosos minerales presentes en las valvas y las estructuras esqueléticas de animales invertebrados, advierten los científicos. También puede afectar a la reproducción, la conducta y la fisiología de algunos animales como ostras, calamares y erizos de mar. Si bien las primeras poblaciones perjudicadas serán los invertebrados, esto derivará en un efecto encadenado, ya que como cualquier red alimentaria, las redes marinas se autoregulan a través de cambios en las densidades poblacionales. Los investigadores pronostican que peligraan los arrecifes ya que para el año 2050, estas regiones serán fuertemente alteradas en su composición química.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opinar: